PURE DE MANDIOCA

LA MANDIOCA, ESA EXTRAÑA Y DELICIOSA RAIZ

La mandioca, también conocida como yuca o aipim, es muy cultivada y consumida en Sudamérica. No tanto aquí en la Argentina donde la gente aun no sabe demasiado de ella, pero de a poco se está conociendo y aceptando ya que es muy pero muy sabrosa y existen bastantes variantes para prepararlas. Casi siempre que pido mandioca en la verduleria hay alguien que me pregunta cómo se prepara. Bueno, una de las formas mas sencillas es en puré.

Ingredientes

1 Kg de Mandioca

1,5 cucharada de manteca

Leche cantidad necesaria

Queso rallado a gusto

Queso cremoso a gusto

Sal y Pimienta a gusto

Preparación

Pelar la mandioca, lavar bien para quitar toda la tierra y trozar. Cocinar en agua hirviendo con sal de 30 a 40 minutos hasta que esté tierna, nos damos cuenta porque al pinchar con un tenedor se desarma.

Escurrir el agua de la olla y luego pisar la mandioca con un pisapapas hasta formar un puré sin grumos. Con la olla puesta al fuego mínimo añadir la manteca y la leche y revolver suavemente con una cuchara para integrar los ingredientes. Agregar el queso rallado y cremoso trozado en dados y seguir revolviendo con la cuchara hasta que el queso se funda y se forme un puré cremoso y homogéneo.

Es ideal para acompañar todo tipo de carnes como hamburguesas, bifes, milanesas o asado. En este caso sirvió de guarnición de unas costeletas.

Lo que se vé arriba del puré son unas cebollitas salteadas con unos pedacitos de panceta ahumada y unas aceitunas fileteadas que los puse más que nada para darle un poquito de color al blanco del puré para tomar la foto (pero son totalmente opcionales ya que no hacen a la receta en sí).

La Mandioca también se puede comer después de hervida y escurrida con un chorrito de aceite y sal y queda igualmente muy pero muy rica. Si pueden, prueben la mandioca que de seguro les va a gustar.

Disfruten la vida y vivanla con pasión pero siempre teniendo presente la frase de Jean Jacques Rousseau: Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas cuando nos esclavizan.